15 MINUTOS DE FAMA
Soy
un sohua autóctono llamado pelluco,de mucho esfuerzo y sacrificio, desde
pequeño le pongo el hombro a la pega de sol a sol, arreando la carreta,
picaneando los bueyes, sembrando la tierra, domando potrancas, ordeñando las vacas,
podando árboles frutales, un mentolato campestre. Con mi pinta taquillera,
chupalla de paja, pantalón a rayas y con mis famosas ojotas goodyear para todo terreno.
En mi terruño de chilito lindo llamado putaendo, en donde a los parroquianos se
les conoce con la frase pecadora: “a donde putas vamos compadre a putaendo
compadre."
En
las cosas del amor, no soy ningún regodeón, de chincol a jote, caiga quien
caiga al final todas las chinitas tienen algo al caminar. En resumidas cuentas
soy como un toro en celos, un tirador a toda prueba donde coloco mis tiernos
ojos café claros, tirado a verde coloco el chacotero sentimental. Hasta
el momento no se me ha escapado ninguna peuca,a todas las he tenido entre mis
garras y todas han caídos rendidas a mis pies y siempre me piden que les dé más
y más y me susurran tiernamente al oído eres salvaje, lo máximo por mi gran
trabajo de relojero que les hago, en síntesis y muy humildemente soy un gigolo
criollo acampado.
Pero a pesar de
todas estas cualidades matadoras, hay algo que me falta, no me siento feliz, no
quiero terminar mis días en el campo, marcando el paso y pateando piedras,
quiero buscar nuevos horizontes, lanzarme a la vida y buscar nuevas
oportunidades laborales.
Un domingo de
abril tome coraje y me marche de mi pueblo llevando mi mejor traje, a verme con
la vida cara a cara y conocer el mundo de madrugada.
Llegue a la ciudad
y comencé a buscar pega, a través del periódico y en lo que fuera, y con tal
suerte que logre conseguir un trabajo como jardinero en un club de campo,
social y deportivo. En donde el tronpa, ósea el dueño me agarro súper buena, porque
tiene pasado campestre y por qué voy hacerle unos pololitos a su fundos que
tiene en la comuna de portezuelo. Y no le cobro nada, todo al gratín, por amor
al arte, por amor a conservar la pega, quien se arrima a buen árbol cosecha
buena sombra. Aquí me siento súper bien, cómodo y cuento con toda la confianza
del manda más.
Cuando quiero un
poco de diversión, salgo a vitrinear a la selva de cemento llamada mall.o
comerme una buenas sopaipillas voladoras y unos ricos completos en el carrito ambulante.
Llevo cinco años,
detrás de bambalinas, pero siempre mirando y observando con ojos de lince, como
felino a la carnicería al personal de servicios, administrativos y ejecutivos como hacen su pega.
Pero por simple
tincada o corazonada, empiezo a notar algo raro que está ocurriendo en el área
de administración, pero no sabía que podía ser. Se me ocurre la brillante idea
de hacerme amigo del junior, estafeta de la empresa. Y de a poco comencé a
ganarme la confianza, tirándole trigo de a poquito, regalándole rosas del
jardín para su prometida, fumar unos puchos en el estacionamiento. Y para
completar mi plan maestro lo invito a comer una parrillada al centro. Cuando
estábamos en el bajativo con una ponchera altos del carmen, a medio terminar,
le empezó a entrar agua al bote y comienza a contarme la papa misma, se
desangro total y empezó a cantar como Gardel. En la empresa se hacen malos
manejos y están todos coludidos, hay un complot entre operaciones, servicios, administración
y están cagando al manda más, al tronpa, al Elmer gruñón, al jaivo tacaño, al
mano de guagua. Lo van dejar en pelota y en la calle con un Manzo forado. En
todo caso se lo merece este viejo cagado, por los malos tratos, bajos sueldo y
cero beneficios que le tiene al personal, le gusta la del burro cachero.
Con esa
información bajo la manga, era dinamita pura a punto de estallar y había que
canalizarla lo antes posible. Consigo una reunión urgente con el tronpa en su
casa y se la cante toda a calzón quitado, me fui de lenguas con lujos y
detalles y no obvie ningún detalle.
El patrón al saber
esta tremenda notición, empezó a echar humitos por los ojos, a gritar
periquitos como un insano, se le subió la bilirrubina y estuvo a punto de
sufrir un ataque cardíaco.
Mando hacer una
auditoria e investigación interna a fondo y descubrió la mansa tela de araña
que lo cubría, la tremenda corrupción que se estaba orquestando a su espalda.
Las perdidas eran millonarias y en la divisa del tío Sam, ósea en dólar
americano. Y no lo pensó dos veces y empezó a cortar cogote como malo del mate,
a entregar sobre azul y pegar la mansa pata en la raja a medio mundo. Quedo en
pie el junior por sapiola, pero condicional y la jefa de personal se salvó
jabonada por tener fuero maternal y porque se fue de lloriqueo y andaba
llorando por los pasillos como una magdalena.
En agradecimiento
a mis servicios prestado como informante profesional, ósea en el buen
chilenismo sapo (QL), me nombra con todos los honores del caso mayordomo en
jefe a cargo de toda la gallada de servicios, montaje y mantención, con unos
mejor billetes y beneficios a cuesta, incluida una casa patronal
Un gran Salto,
estaba dando en mi vida de Paty perro, mujeriego, parrandero y jugador, más
contento que quiltro con pulga, mis sueños y frutos se hacían realidad, me rio
de los peces de colores.
Empecé a trabajar
en mi nuevo puesto a conocer y aprender el trabajo, mis empleados me apoyaban y
me daban todas las pasadas, sabían que era el abonado del tronpa y de su
confianza absoluta. Todo marchaba sobre miel y hojuelas, hasta que de pronto mi
suerte empezó a cambiar, empecé a pegarme algunos condoros, por mi inexperiencia
y por qué me falto lápiz, o sea no tengo escuela. Y además la jefa que me tenía
sangre en el ojo, empezó hablar mal de mí a mis nuevos jefes que se cuidaran
por soy más peligroso que mono con navaja. Y además a cuestionar todo mi
trabajo y me lo criticaba y lo encontraba todo mal hecho.
Y para cagarla aún
más me enredo y comienzo a pololear con la tal negra Ester una morocha,
separada de cuatro décadas que trabajaba en el aseo. Con quien me pegue unos
buenos porrazos y me dejaba pidiendo agüita de culen,lo pasábamos súper chancho
en su casa y en el taller de mantencion,que si este hablara tendría que hacer
un libro, el Kama Sutra dos.
Pero lo bueno, lo tirado,
comido y bailado no dura para toda la vida y en mi caso no fue una excepción
duro apenas tres meses. Y un día menos pensado se me cita a reunión con los
tronpas de la gerencia, y me leen la cartilla, la triste y lamentablemente noticia,
que estoy despedido, por no cumplir con las metas, expectativas y el perfil del
cargo y por los constantes abandonos de deberes. Sin derecho a replicar pataleo,
ni el papa me puede salvar, ni a solicitar clemencia.
El patrón, se lavó
las manos como Pilatos y no me defendió en ningún momento, firmo el finiquito y
me pego la tremenda meada, la terrible desconocida, si te he visto no me acuerdo.
Este es el pago de Chile, nadie sabe para quién trabaja, en el fondo somos
todos un números en esta empresa. Y la única opción que me dio, quizás en el
fondo como un perdonazo, que podía recuperar mi puesto de jardinero si así lo deseaba.
Acepte el ofrecimiento para no perder pan y pedazo y no quedar tirado en la
sucia carretera y no quedar de patitas en la calle. Empecé a trabajar de nuevo en
la jardinería a recuperar los prados a podar los árboles, ya que en mis
ausencias nadie se preocupaba. Pero además si ahora observo cualquier cosa rara
o alguna movida de estar tirando las manos, hago vista gorda y no me involucro.
Y lo que respeta
al corazón, estoy solo mas botado que pucho de cigarrillo, la negra Ester me dejo,
me dio tremendo filo, por incompatibilidad de carácter y por no sentirse
apoyada por mí, frente a sus colegas de trabajo y además le salió una pega de
nana puertas adentro a todo cachete en Santiago.
En cuanto a mis colegas,
no me quieren ver ni en pintura, no están ni ahí con migo, me hicieron la ley hielo,
nadie me habla y todos me tildan de: hocicón, lengua de lija, canalla,
cahuinero, copuchento, sapo y mala clase. Con todos estos apodos es como para
mandar hacer una placa de bronce y enmarcarlo.
Esto que me
ocurrió y que me está pasando, no sé si me lo merezco realmente, o es un
capricho del destino que se ha ensañado conmigo, bueno el tiempo en el futuro
lo dirá y quizás pueda curar mis heridas que aun las tengo abierta.
Como moraleja
puedo dejar los siguiente refranes populares, como una enseñanza, para que
ojala les pueda servir de mi experiencia a más de algún parroquianos que piensa
hacer carrera en una empresa.
Más vale pájaro en
mano que cien volando
No todo lo que
brilla es oro
Por la boca muere
el pez
Hay que tener
dedos pal piano
Pastelero a tus pasteles,
más bien dicho jardinero a tus jardines
EL IMPARCIAL