miércoles, 21 de junio de 2017

CRONICAS POLICIALES N° 8




                                  UN GOLPE DE SUERTE


Había terminado mi turno a las 23 horas en un céntrico edificio, en pleno centro de la ciudad. En donde me desempeñaba como conserje de seguridad. La noche estaba bastante fría en pleno invierno, por lo tanto deseaba llegar pronto a casa, y dentro de mi rutina habitual debía caminar  tres cuadras al lugar en donde tomaba la locomoción colectiva hacia mi morada. Fue en ese momento  de regreso a mi hogar, las calles prácticamente vacías, el comercio todo cerrado y solamente uno que otro parroquiano a lo lejos se lograba divisar. Cuando al pasar frente a un local comercial logro divisar un gran número de bolsas de basuras apiladas en el frontis, y además un bulto de forma cuadrado, lo que hizo que me llamara bastante la atención y que me detuviera en el lugar y procediera a examinarlo, era bastante liviano, no tenía mucho peso, forrado con papel grueso de color café y amarrado con hilo y sus medidas de 1mt de largo por unos 60 cm de ancho aprox.Pensé esto debe ser algún afiche de publicidad o algún cuadro, así que me lo llevo a casa y me puede servir como un adormo.Logro tomar la locomoción hacia mi casa y llego alrededor de la media noche, toda mi familia estaba durmiendo, por lo tanto nadie se percató de lo que traía conmigo, así que lo deje detrás de un mueble. Y procedí a comer algo ya que traía bastante apetito y posteriormente me fui a la cama a descansar. Pasaron un par de días y mientras me encontraba con mis días libres, me acuerdo del paquete que había traído y que estaba guardado detrás de un mueble modular. Procedo abrirlo en compañía de mi esposa, y era un cuadro antiguo con un marco dorado, pintado a mano de un paisaje y al fondo se apreciaba un castillo medieval de la edad media bastante hermoso, en unos de sus extremos, en la parte baja tenía unas iniciales y una firma al parecer era de la persona que lo pinto. Impresionado con lo que había encontrado y sin darle la mayor importancia que se merecía, lo instalo dentro de mi cuarto como un adorno más. Había trascurrido más de un año de aquel hallazgo fortuito, cuando me encontraba durante la noche junto a mi señora viendo las noticias en la televisión. Cuando informan que habían detenido a una banda especializada en robos de obras de artes y colecciones de artículos antiguos de gran valor, a empresarios del sector oriente de la capital. Y además un empresario informaba que había logrado recuperar gran partes de su colección, pero le faltaba un cuadro que era una obra de arte, el castillo medieval y estaba evaluada en dos millones de dólares. Y además ofrecía una recompensa de 50 millones de pesos a la persona que diera alguna información de su paradero, mostrando en pantalla un número celular para su comunicación y la imagen de la obra perdida. Al verla quede impactado, impresionado junto a mi señora, no lo podíamos creer ya que era la obra de arte que había encontrado tirada en la basura y ahora la tenía en mi cuarto como un simple adorno y que valía millones de pesos. Con todo el ajetreo y nerviosismo de aquella brillante noticias, no tuve tiempo de anotar el número de celular de contacto, así que tuvimos que esperar a que pasaran de nuevo la noticia y poder anotar el número de celular para informar del hallazgo y poder cobrar la recompensa ofrecida. Después de haber recibido la noticia, durante la noche no pude conciliar el sueño, pensando cómo podría enfrentar dicha situación, de qué manera daría la información, me creería la versión del hallazgo. Al día siguiente un poco más relajado y tranquilo me comunico por celular y me responde un señor de nombre John Parker, le comento que tengo en mi poder su obra de arte y la deseo devolver, me responde envíame un par de fotografías a mi WhatsApp para comprobar que es verdad lo que dices y si es la obra que ando buscando. Le envió siete fotografías tomadas de diferentes ángulos, transcurre un instante y me llama por celular diciendo si es la obra de arte, como lo hacemos para que me la entregue. Le respondo tendrá que venir personalmente, yo vivo en concepción, octava región y  la obra la tengo hace como dos años, pues la encontré botada en la calle junto a diferentes bolsas de basura en pleno centro de la ciudad. Juntémonos mañana al medio día, en la notaria Fernández, deseo hacer la entrega en forma legal y transparente y a la vez recibir la recompensa ofrecida. Perfecto, no hay problemas nos encontramos mañana me responde. Al día siguiente me presento en la notaria junto a mi esposa, por suerte había poco público y al fondo de la oficina logro divisar a una persona mayor, elegante y vestido de traje negro y acompañado de dos personas jóvenes que eran sus guardaespalda.Me dirijo hacia él y le pregunto usted es el señor John Parker si me responde, yo soy Franco Torres y tengo que entregarle algo. Seguidamente pasamos a un privado y le hago entrega de su obra de arte, la revisa y la mira por todas partes, miro su rostro y este refleja una gran alegría y emoción, de sus ojos brotan un par de lágrimas y me abraza y me dice gracias amigo por tu honradez y por entregármela. Esto para mi tiene un gran valor sentimental y económico.   A continuación saca su chequera y me hace entrega de un cheque por 50.000000 millones de pesos y el notario me entrega un certificado que justifica dicho pago. Posteriormente nos despedimos con fuerte abrazo y cada uno tomo un rumbo diferente hacia su morada. Con el dinero en mi poder comenzamos a planificar junto a mi esposa en que poder gastarlo.Había transcurrido más de un año de aquella buena noticia, pero el destino me tenía guardado algo más, una gran sorpresa y esta sería el broche de oro para nuestro futuro. Mientras me encontraba en casa descansando recibo una carta certificada de parte del señor John Parker en la cual me comenta lo siguiente: recordado amigo Franco, la obra de arte el castillo medieval ya no la tengo con migo pues la vendí hace dos meses en una gran subasta en Estados Unidos. Y tuve la gran fortuna de conseguir un muy buen precio de $ 4.500.000000 millones de dólares. Por lo tanto en agradecimiento a tu honradez, honestidad y tus buenos sentimientos, te envió un cheque nominativo por $250.000000 millones para que puedas asegurar tu futuro y el de tu familia y lo disfrutes en lo que más quiera. Además un certificado notarial para justificar dicho dinero. Termino de leer dicha carta y brotan en forma espontánea un par de lágrimas desde mis ojos, de alegría, emoción y una gran algarabía  por esta gran noticia. Abrazo a mi esposa a mis hijos y le doy las gracias a dios por toda estas bendiciones y buenas vibras y por el cambio  radical que tendrá a partir de ahora nuestro futuro.



                                            EL IMPARCIAL