UNA
SEMANA DIFÍCIL DE OLVIDAR
Me
encontraba trabajando como vigilante privado en una oficina bancaria, en donde
se pagaban todas las pensiones del seguro social; empleados particulares,
asignaciones familiares. Por lo tanto, teníamos una gran afluencia de público.
Esta oficina dependía administrativamente de la oficina central que se
encontraba a una cuadra de distancia, por tal razón tenía que presentarme todos
los días a marcar el horario de entrada, al medio día almorzar en el casino, y
en la tarde marcar mi horario de salida. En vacaciones, permiso o ausencia de
mi colega era el encargado de reemplazarlo, en resumidas cuentas, mi rutina
diaria giraba en torno al ir y venir Al Banco; hasta el día martes 13 de junio
algo lo cambiaría todo…
Regresaba a marcar mi salida y poder regresar
pronto a casa, después de una agitada mañana, en donde pase bastante peligro,
con algunos moretones en Mis piernas. A raíz de una colisión que sufrió el bus
en el cual viajaba a mi Trabajo; producto de la lluvia y del mal tiempo
reinante. Afortunadamente no Pasó a mayores, tuve que tomar otra locomoción, ya
que esta quedo en panne, y en consecuencia no pude llegar a la hora y marque
con atraso. Por tal razón lo de irme pronto a casa no iba a poder ser, ya que
mi jefe me pide que me quede a cerrar la oficina junto a otro colega y que
entregue la Valija con su correspondencia. Y por cualquier eventualidad que lo
llame a la oficina central, en donde estará en una reunión. Entrego la valija
al personal Encargado de su retiro, apago luces, conecto la alarma y procedo a
cerrar la Oficina. Una vez fuera del Banco, había caminado un par de pasos
cuando de repente Comienza a sonar la campana; con un ruido bastante fuerte y
molesto, la alarma se había activado.
Preocupado
y bastante extrañado por lo que está ocurriendo Regreso a la puerta de
servicios a revisar si había quedado mal cerrado o, por Los alrededores se
apreciaba algo extraño. Estaba todo normal la puerta bien Cerrada y no había
nada anormal. No podía entrar a desactivar la alarma Puesto que no tenía las
llaves para entrar y la campana seguía sonando con más intensidad y el ruido
cada vez era más insoportable y molesto. Fue en ese instante en que recordé que
mi jefe, se encontraba en una reunión. Y que tenía que llamarlo para colocarlo
al tanto de la situación y que hacer al Respecto. Me comunico a través de un
teléfono público, y me contesta mi colega De seguridad; al cual le informo mi
situación y que necesito comunicarme Urgente con mi jefe.
Mi
colega me dice que le avisara cuando salga de una Reunión, y con respecto a la
campana esta sonara por alrededor de 20 minutos posteriormente dejara de sonar;
y quedara registrada en la memoria interna. Más tranquilo con lo conversado con
mi colega, regreso a la puerta principal del Banco a esperar que deje de sonar
la campana y así poder regresar a mi Domicilio. Pasan algunos minutos y la
campana deja de sonar; feliz con lo Ocurrido me apresuro a retirarme, ya que mi
reloj marcaba las 19 horas y Comenzaba a llover en forma intensa. Fue en ese
instante en que aparece un carro policial y me intercepta; diciendo Que
recibieron una llamada telefónica de una activación de alarma.
Me
identifico Diciendo que soy vigilante y que trabajo en la oficina; y que al
parecer hubo Una falla técnica, lo que provoco la activación de alarma. Me
solicitan que le muestre mi cedula de identidad, me reviso mis pertenencias me
doy cuenta que no la ando trayendo conmigo ya que se la había dejado mi esposa
para que comprara un bono de salud. Los policías no creen en Mi versión y
proceden a llevarme detenido, me suben al carro policial con rumbo la
comisaria. Durante el trayecto suben a un par de delincuentes que fueron
Sorprendidos robando al interior de un automóvil, seguidamente el carro sigue
Su curso y se estaciona frente a un supermercado que logro divisar a través De
la ventanilla del carro en donde suben a dos mecheros que los pillaron Hurtando
mercadería al interior del supermercado. Durante el tiempo que llevo dentro del
carro se me pasan mil cosas en mi mente Había sido detenido injustamente y en
forma arbitraria y no sabía por cuanto
Tiempo
me encontraría en esa situación y la vez como poder avisarle a mí Familia. Al
llegar a la comisaria, me bajan del carro policial y me pasan a la Sala de
guardia, en donde me preguntan mis datos personales, y que entregue Todo lo que
ando trayendo, incluso mi cinturón, corbata, cordones. Posteriormente me
trasladan al calabozo, en donde ya había alrededor de diez personas en un espacio
bastante reducido, con poca iluminación, maloliente, húmedo y hacia bastante
frio. Un lugar bastante incómodo y poco grato estar en esas condiciones y de
estar compartiendo con delincuentes que por una u otra razón merecía estar ahí.
Pero a pesar de todo estaba tranquilo y Confiado de que mi situación seria
transitoria y que esta pesadilla que estaba Viviendo pasaría pronto por mi
inocencia y honorabilidad.
Durante
los cuatros horas que estuve detenido, que fueron las más largas y Angustiantes
que me ha tocado vivir, se me acercaron los delincuentes a Preguntarme porque
estaba detenido, les contesté que, por giro doloso de Cheques, pero que una
bogado estaba revisando mi caso, para sacarme Pronto de ahí. Tuve que mentir y
colocarme a su altura y no demostrar debilidad Para resguardar mi integridad
física y mi trabajo. A una persona que se Encontraba mi lado y que fue detenido
por ebriedad, lo agredieron, para robarle Lo que traía consigo, a la vista de
todos; y sin que nadie pudiera ayudarlo o delo contrario alguien podría salir
perjudicado. Se iban a cumplir cuatro horas encerrado en esa pocilga de cuatro
paredes, con gruesos barrotes de fierro. Con un cansancio a flor de piel, un
apetito voraz y un gran dolor en mi alma.
Cuando
de pronto aparece mi salvador, un cabo de guardia quien me llama por mi nombre
y me conduce a la sala de guardias. En donde me esperaba un sargento fortachón
con unos grandes bigotes que Se me parecía a un charro mexicano. Quien me dice
con voz fuerte y ronca: “Estas en libertad, tienes que firmar el libro de
novedades y puedes retirarte. “Una alegría inmensa, no lo podía creer había
recuperado mi ansiada libertad, La mala racha y el mal sueño habían terminado.
Al salir del recinto policial, me sorprende una fuerte lluvia que salpica mi
cara y me va mojando durante el trayecto que llevo hacia mi hogar, pero me encuentro muy feliz de poder respirar aire puro y de sentirme tan libre como el
viento que recoge mi lamento y mi penar. Y que ojalá nunca más tenga que volver
a ese lugar. Pero lamentablemente el destino me tenía guardado otra sorpresa.
Dos días después de este acontecimiento tuve que regresar a la comisaria, pero
esta vez como victimario a prestar declaración por un robo a mano armada que Sufrí en mi lugar de trabajo, por un grupo de delincuentes.
Esa
fatídica mañana había amanecido nublado, con poca gente transitando por Las
calles y en el ambiente se respiraba y se comentaba fútbol, porque jugaba
Nuestra selección chilena; por las eliminatorias para el mundial. Así que al
momento de abrir la oficina ingreso poca cantidad de clientes a realizar sus
trámites bancarios. Todo trascurría con tranquilidad y con bastante calma,
habían pasado como treinta minutos desde la apertura y a nadie se le pasaría
por la mente lo que vendría a continuación: ingresan dos tipos jóvenes de baja
estatura, caracterizados con bigotes y peluca postiza, simulando ser clientes
se dirigen a la caja, que es atendida por Luis, el cual estaba terminando de
atender a un junior de una financiera que cambiaba dinero.
Por mi
parte me encontraba a un costado de la caja siguiendo con atención Los
movimientos de los clientes. Cuando de pronto uno de los delincuentes en forma
sorpresiva y sobre nuestras narices saca de entre sus ropas un Revolver y nos
amenaza diciendo alto esto es un asalto. Quedamos atónicos, Paralizados; el
factor sorpresa nos jugó una mala jugada. Trato de reaccionar y Me llevo la
mano hacia mi revolver, cuando de pronto siento un fuerte golpe Violento sobre
mi espalda, el otro delincuente me golpea con su arma de fuego me grita con
groserías e improperios, tírate al suelo y coloca las manos en La cabeza. Una
vez estando indefenso en el piso, me vuelve agredir Propinándome sendas patadas
en mis costillas; un dolor que me
Llego hasta lo más profundo de mi ser y me tuvo por varios días afectado.
Mientras
seguía tirado en el piso, el tiempo pareciera que se hubiera detenido, o que
trascurría en cámara lenta y la adrenalina estaba a mil por hora. A lo lejos
logro escuchar un llanto, un murmullo de mi colega Carmen, que Se encontraba en
el mesón atención clientes. Pensé que a lo mejor había Sido agredida o estaba
siendo maltratada, pero por suerte, solo había sido por la impresión y la
crisis de pánico en la cual había entrado. Seguidamente escucho un grito,
estamos listos vayámonos y pasan corriendo cerca de mi cabeza, en fuga hacia la
salida con un valioso botín en sus manos. En tres tiempos me levanto, le grito
a Luis que active el pulsador de asalto; Corro a cerrar la puerta de entrada; y
por los ventanales logro divisar a los Delincuentes que se dirigen a otra
sucursal bancaria que está a continuación De la nuestra y logran asaltarla. Tomo
el teléfono y le aviso a la policía lo que Acaba de ocurrir y que necesitamos
urgente su presencia; me dicen que están Al tanto de la situación y que vienen
en camino. Esa demora duro como veinte Minutos, en los cuales los asaltantes
logran darse a la fuga, y no dejando Ningún rastro. Después de haber pasado la
tormentosa mañana, en donde estuvieron en Peligros vidas inocentes; comienzan
los cuestionamientos, comentarios, declaraciones, anécdotas de los momentos
vividos en el atraco. Rubén el junior de la financiera que estaba cambiando
dinero, también es tirado Al piso con las manos en la cabeza. Y al momento de
retirarse asustado de la Sucursal, deja olvidado su maletín con el dinero
correspondiente.
Luego más Tarde estando más tranquilo y
calmado; regresa a buscarlo. Luis mantenía sobre la caja alrededor de dos
millones de pesos, porque estaba Contando una remesa. El delincuente que logra
llegar al interior de la caja lo Apunta con un arma de fuego, obligándolo a
levantar las manos y le sustrae El dinero que mantenía al interior de la caja y
lo hecha en una bolsa de género Que portaba, y por fortuna no logra llevarse el
dinero que tenía a la vista y sóbrela caja. Juanito auxiliar de aseo, se
encontraba realizando sus labores diarias, limpiando, el escritorio de la
encargada de la sucursal que estaba al otro extremo de la Oficina y cerca de la
segunda caja, y a unos ocho metros de donde se estaba produciendo el asalto. Se
percata del hecho delictual, y le avisa a la encargada. Que se esconda en el
baño y no le abra a nadie Se arrastra por el piso en punta y codo, como un buen
soldado y logra llegar a la Segunda caja que en esos momentos estaba
desocupada. Y logra apretar el Pulsador de asalto; y permanece escondido sin
emitir ningún tipo de ruido hasta que pase el peligro,
Una azaña bastante audaz y riesgosa. Manuel
supervisor de aseo, visitaba en las mañanas la oficina, que el aseo estuviera
bien hecho y en óptimas condiciones y que no hubiera reclamos. Pero nunca se
imaginó con la tremenda sorpresa que se encontraría aquella mañana al momento
de ingresar; con un asalto en progreso. Sin pensarlo dos veces y con el corazón
por las nubes, retrocede arrancando desde la boca del lobo a pedir ayuda.
Lo que tiene más a mano es una sucursal
Bancaria que está al frente cruzando la calle. Y a la cual se dirige; pero
antes es interceptado por un sujeto, que se encontraba en la parte trasera de
una camioneta y dos en la cabina y estaba estacionada frente a la sucursal. Le
grita alto párate ahí, se detiene lo mira fijamente a los ojos y le muestra parte de una ametralladora que traía consigo dentro de una mochila. Haciendo
caso omiso de las amenazas y colocando en riesgo su vida. Emprende la loca
carrera a pedir auxilio.
El
delincuente se da cuenta y trata de sacar su ametralladora para dispararle,
pero por suerte esta se traba en el cierre de la mochila, no logrando su
objetivo criminal. Una vez dentro de la sucursal, ubica a los vigilantes, y les
comenta lo ocurrido, estos atinan apretar el pulsador inalámbrico y llamar por
teléfono a la policía.
Rebeca
mi esposa se encontraba en casa, realizando sus labores hogareñas Con siete
meses de embarazo, ya que esperaba a mi primer hijo; cuando de Pronto escucha
un informativo a través de la radio, que acaban de asaltar dos Sucursales
bancarias por un grupo extremista. Impactada por la noticia, sufre Una crisis
de pánico y una gran angustia, que le carcome hasta lo más profundo de su alma.
No sabe qué hacer y a quien recurrir, pues está sola en casa. Seguidamente
enciende el televisor y a través del noticiero, logra ver las Imágenes de los
bancos asaltados, y es ahí en donde me logra ubicar que Estoy en buenas
condiciones de salud y que gracias a dios no me ocurrió nada. Se logra
tranquilizar, y le dice a nuestro hijo papa está bien y regresara pronto.
Esta experiencia ha sido hasta ahora, la más
peligrosa que me ha tocado vivir Como vigilante, por la agresividad, el tipo de
armamento y preparación de Un grupo extremista que se adjudicó el asalto. Como
reflexión me queda dar las gracias a dios, porque estoy con vida y no hubo
víctimas inocentes que lamentar.
Quizás
lo negativo por parte de mi jefatura, fue que se preocuparon solo del Dinero
que habían robado, y dejaron de lado al personal; sin importar como se Sentían,
como estaba su salud psicológica, que quedo bastante dañada y no Autorizaron
ningún tipo de permiso. Pasaron cinco horas en los cuales las policías
realizaron su trabajo investigativo. Posteriormente se autoriza abrir la
sucursal en el horario de tarde, permitiendo, el ingreso de los clientes; como
si aquí nunca hubiese pasado nada. Y como Dice el dicho popular:” la función
debe continuar”
EL
IMPARCIAL